Las principales causas de la lentitud de un equipo son:

• La memoria RAM está al 100% en uso

Puede ser que el mismo sistema operativo o una aplicación esté consumiendo más RAM de lo habitual. Si es algún programa, será algo momentáneo mientras está en uso, pero si se trata del sistema operativo, es necesario cambiarlo o conseguir una RAM de mayor tamaño.

 

• El disco duro está lleno, está en mal estado o es un HDD

 El almacenamiento no es eterno, y la acumulación de archivos y basura hace que un equipo por muy nuevo que sea pueda llegar a ir a una velocidad como si fuera un ordenador del siglo pasado. Liberar espacio no es tan complicado como ordenar un armario, hay muchas aplicaciones que te pueden ayudar a encontrar archivos duplicados o que llevas mucho tiempo sin utilizar. Si tu equipo dispone de un disco HDD, a lo mejor debes plantearte incluir un SSD aunque sea externo para usarlo de almacenamiento de archivos de gran tamaño.

 

• Hay muchos programas abiertos y tu ordenador no tiene las especificaciones para poder tener todo abierto

 No es necesario que tú hayas abierto un programa para que el ordenador ya lo tenga cargado en la barra de inicio desde que has encendido el equipo. Este es uno de los principales problemas por los que un ordenador va lento. A la hora de iniciar el sistema, comienzan a cargarse todos los programas o aplicaciones que están seleccionadas para que se inicien a la vez, lo que hace que el ordenador se sobrecargue y tarde en estar preparado para funcionar. Hay muchos programas que lo tienen marcado como función predeterminada cuando los instalas en tu equipo, por lo que simplemente tienes que deshabilitar esta opción.

• Hay posibilidad de que tu ordenador tenga un software dañino

También conocidos como malwares, son programas perniciosos que además de poder robar archivos o datos de tu sistema o pedir rescates para recuperarlos, pueden llegar a ralentizar mucho el ordenador. Para luchar contra ellos, lo mejor es disponer de un buen antivirus que los tenga al margen de tu sistema y así éste no sufra.

 

• Tu procesador está al 100% en uso y se sobrecalienta

Este problema es uno de los más comunes y se da tanto en portátiles como en ordenadores de sobremesa. El CPU está tan sobrecargado que no consigue trabajar con todo el rendimiento que nos gustaría, se calienta más de lo debido y los ventiladores necesitan activarse en exceso. A veces este problema es muy fácil de solucionar, sobre todo en portátiles donde simplemente es importante observar el plan de energía que tenemos seleccionado. En los ordenadores de sobremesa sí que puede causar más complicaciones, llegando a tener que cambiar por completo el procesador.

           

 

• Hay muchos archivos temporales en el disco

Los archivos temporales son creados por los programas sin que puedas verlos, para ir guardando información a medida que vas trabajando con ellos. Son muy útiles para recuperar datos en el caso en que tengas algún problema con tu ordenador, y deben borrarse en el momento en el que finalizas el proyecto que estás creando. En ocasiones esto último no sucede y se quedan almacenados, ocupando un espacio innecesario que puede conseguir ralentizar tu equipo en gran medida. Por ello, es importante que los tengas en cuenta y los elimines periódicamente de forma manual para que no lleguen a saturar el sistema.

• Falta de refrigeración interna en el ordenador

Una buena ventilación y refrigeración de tu equipo es primordial para su buen funcionamiento, y ya no solo cuando hablamos de problemas de lentitud. Cuando alguien decide montar un equipo propio desde cero, a menudo olvidan esta parte tan importante, sobre todo cuando el ordenador se encuentra en zonas donde puede haber altas temperaturas ambientales.

Para que todas estas cosas no ocurran, lo mejor es tener un buen mantenimiento del equipo, realizando limpiezas periódicas de aquellos archivos o aplicaciones que no sean necesarias. Para ello hay muchas aplicaciones que pueden ayudarte como CCleaner. También es importante controlar el rendimiento del sistema y que no haya aplicaciones abiertas en segundo plano que están haciendo que no puedas avanzar en tus tareas.

Te recomendamos un mantenimiento diario que además puedes contratar con nosotros con el servicio Rentit 360 si no quieres realizarlo tú mismo o prefieres dejarlo en manos de profesionales.